miércoles, 27 de febrero de 2008

Julito Cabello: ¿Cuál es la pizza más rápida, ah?



Para quienes no me conocen, soy Julito Cabello. Mi papá es crítico de restaurantes. Mi mamá también es periodista y escribe de flores y jardines. Ahora, yo también seré crítico y en cada número de Cosme Fulanito hablaré de comida, pero de la comida que a nosotros nos gusta. Obvio.



Esto pasó así: Mis queridos papás se fueron a la ópera y me dejaron solo. Bueno, con el Beltrán. Y con la niñera, la Lore. Y con algo de plata para pedir algo, porque la Lore sólo come lechuga y chatea con el pololo cuando nos “cuida” (ja, “nos cuida”, y le pagan más encima). Pero, bueno. Yo tenía un kilo de hambre y se me ocurrió pedir pizza. Y como andaba ocioso, se me ocurrió pedir hartas pizzas. Para hacer algo así como una carrera de entregadores de pizza.



Apliqué el método científico y agarré lápiz, papel, reloj y huincha de medir. A las 19:16 llamé a Pizza Hut. Me atendió Maribel, que tenía “déficit atencional” (eso se lo escuché a mi profe, la miss Coddou) porque hablaba con otras personas y conmigo. A las 19:19 llamé a Domino´s. A las 19:22 a Telepizza y a las 19:27 a Pizza Sí. A ninguna de las otras que me respondió le entendí el nombre. Sonaban como a “habla Mxzzwm, ¿qué quiere?” y “hola, soy Fkmnwt ¿cuál es su pedido?”. Yo creo que hablaban en chat, pero con faltas de ortografía.



Y me senté a esperar con el Beltrán, que ahora se cree Mr. Increíble. Era como ver una película pirata, porque el audio es fatal. Porque el Beltrán saca la guata y dice “choy Increíble achul”. Está loco.



Y sonó el timbre. Era un señor pelado con unas zapatillas atómicas. Era ¡Pizza Sí! A las 19:45. Súper rápido, pero tenía el borde quemado (la pizza, no el pelado). Pasaron tres minutos, tocaron el timbre y la escena era como de ópera: tres repartidores de pizza —tres ENEMIGOS juntos— y nadie entendiendo nada.
Le dije a uno —el con más cara de plop— que les había ganado Pizza Sí. Y me dijo que eran más rápidos porque tenían menos pega. ¡Qué mala persona, oye!



Y bueno: pagué y me puse a medir las pizzas. Pedí las más grandes, ojo. Y para esto sí sirven las matemáticas. Diámetro Sí: 32,5 centíme-tros. Diámetro Hut, 36. Diámetro Telepizza, 37, y diámetro Dominó, 37,2. Y me quedó toda la huincha manchada de salsa. Había pedido pura masa delgada, y la más plana fue la Sí y las más gordas, Domino’s y Telepizza.



¿Orden de ejecución? Primero murió la Sí y después la Hut. Beltrán comió como chancho y yo también, pero quedó de las otras dos, así que seguimos comiendo pizza al desayuno del día siguiente. Y fría, porque en el microondas quedan blandas como frazada. Qué asco.

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